Por Dr. Javier Arellano, dermatólogo de ConectaDoctor
El prurito, como síntoma, suele aumentar en la noche alterando los patrones y calidad normales del sueño. Existen muchas enfermedades a la piel donde este síntoma es muy importante, por ejemplo, Liquen plano y dermatitis atópica. Esto incide en un deterioro de la calidad del sueño. A su vez, este mal dormir o sueño de mala calidad puede resultar en una mala salud física y mental, así como en somnolencia y cansancio durante el día.
Esto puede tener consecuencias en un amplio rango de aspectos de la vida cotidiana, desde la socialización y vida familiar y afectiva, hasta una disminución de la productividad laboral.
Los dermatólogos debemos estar conscientes de las asociaciones dermatológicas comunes del prurito nocturno, y del deterioro de la calidad del sueño.
Si se tiene picazón o conocen a alguien con este síntoma, es importante consultar para definir la causa y un tratamiento específico.
Sobre el diagnóstico:
– Hay una parte del diagnóstico que es clínico, es decir, lo hará el especialista en la consulta. Esto incluye el examen físico y la conversación sobre antecedentes y síntomas.
– Otra parte del diagnóstico se basa en exámenes de laboratorio, el prurito crónico puede ser marcador de enfermedades de órganos internos.
Sobre el tratamiento:
– El tratamiento busca eliminar la causa de la picazón.
– Tratamiento tópicos con corticoides, por ejemplo.
– Tratamientos orales con antihistamínicos y algunos otros medicamentos que mejoran el prurito por vías diferentes.
Otras medidas que se pueden tomar son:
– Evitar elementos que podrían producir picazón, como ropa de lana, lugares muy calefaccionados, exceso de baños o exposición a algún producto de limpieza.
– Mantener humectada la piel, idealmente con productos neutros.
– Reducir el estrés o la ansiedad.
– Evitar rascarse.
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